Al iniciar en el mundo gastronómico pero muy específicamente de la repostería te das cuenta de la cantidad de herramientas que existen y todo lo que se puede hacer con ellas, tu primer pensamiento es: “¡¡Lo quiero todo!!”
1. PESO O BÁSCULA
Es una de las herramientas
de repostería imprescindibles de cualquier cocina. Es fundamental que sea
digital, ya que te dará una mayor exactitud a la hora de pesar los ingredientes
y, también, es preferible que tenga la función “tara” (o “tare” en inglés), que
consiste en poder poner a cero los gramos de nuestra báscula cuando ponemos un
recipiente encima, de manera que tan solo pesamos el ingrediente que vamos a
añadir. Si no tiene esta función, te tocará pesar el bol y después descontar su
peso del total, tirando de matemáticas. También otra forma de medir los ingredientes es con tazas y cucharas de medidas.
2. BOLES
Los podemos encontrar de infinidad de tamaños y tipos, pero
fundamentalmente necesitaremos dos. Uno con un diámetro de unos 25 cm y paredes
altas para evitar salpicaduras, ideal para mezclar grandes cantidades de masa o
para batir con varillas eléctricas. Y otro de un tamaño menor, unos 12 cm, para
mezclas más pequeñas y con bastante profundidad. De esta manera la masa en
lugar de extenderse por el fondo de nuestro molde se acumulará en altura y nos
será mucho más fácil batirla.
3. MOLDES
Otra de las herramientas de
repostería imprescindibles son los moldes, ¡y es que sin ellos no podemos
hornear! Redondos, cuadrados, rectangulares, para cupcakes… hay infinidad
de ellos, así que la elección que hagas, que sea según el tipo de molde al que
le creas que le sacarás más partido. Así empezarás teniendo algunos moldes
“básicos” con los que poder trabajar cómodamente y, más adelante, podrás ir
añadiendo a tu colección otros más especiales. Para empezar, lo ideal sería
hacerse con un par de moldes redondos básicos (15 y 25 cm) y un molde con
cavidades para cupcakes, esto ya te solucionará la mayoría de recetas que quieras
realizar. Pero sobre todo, mi consejo es que compres unos moldes de muy buena calidad y que los cuides correctamente,
así serán una inversión para toda la vida.
4. VARILLAS Y/O BATIDORA ELÉCTRICA
Siempre debemos tener a mano unas varillas manuales, para
pequeñas mezclas rápidas o para fundir chocolate, derretir algún ingrediente,
terminar de mezclar alguna preparación… Son muy útiles tanto para repostería
como para cocinar cada día.
Si además podemos tener una batidora eléctrica de varillas, será
genial para mezclar ingredientes sin ningún esfuerzo. Son muy
útiles para preparar cualquier masa, hacer una buttercream o para montar nata y
claras sin mayor esfuerzo.
5. TAMIZADOR O COLADOR
En repostería es imprescindible tamizar la harina en casi todas
las recetas, por ello debemos tener un tamizador o colador por el que poder
pasar la harina para eliminar posibles grumos e impurezas. Lo ideal es que el
tipo de malla de nuestro tamiz tenga un tamaño medio, de manera que la harina
quede bien aireada, separada y sin grumos, pero sin que nos lleve muchísimo
tiempo el proceso.
6. MANGA PASTELERA Y BOQUILLAS
Si quieres ir más allá en el mundillo de los cupcakes, tartas y
galletas decoradas, éstas serán otras de las herramientas de repostería
imprescindibles. Las mangas pasteleras nos servirán para rellenar, cubrir o
glasear las cremas con las que queramos decorar nuestros bizcochos o galletas.
Por su comodidad, yo te aconsejo las mangas pasteleras
desechables, especialmente indicadas cuando tenemos cremas de distintos sabores
y/o colores. Estas mangas son triángulos de plástico a los que tan solo tenemos
que cortarles la punta, meter la boquilla que queramos y rellenarlos de crema
para decorar, sin tener que preocuparnos después de limpiarlas ya que son de
usar y tirar.
7. REJILLA
Las hay de diversas formas y tamaños y su finalidad,
fundamentalmente, es ayudar a que nuestras preparaciones se enfríen bien y
correctamente. La rejilla permite que el aire circule por todo alrededor de la
masa, evitando concentraciones de humedad en la base de bizcochos y galletas
(con su consecuente “reblandecimiento”), o que el papel de los cupcakes absorba
la grasa y quede manchado. Son muy útiles las rejillas apilables, sobre todo
para galletas, cupcakes o pequeñas pastas, que te ayudan a ahorrar espacio en
la cocina.
8. ESPÁTULAS DE SILICONA
Las espátulas nos van a ir muy bien a la hora de rebañar los
boles de masas o cremas, ya que al acoplarse por completo a las paredes del bol
nos facilitan muchísimo el mover las masas dentro de un mismo recipiente o
incluso el incorporarlas a uno nuevo, o al mezclar ingredientes de forma más
homogénea.
Las hay con distintos niveles de dureza. Por ejemplo, las más
duras van mejor para bajar masas densas (tipo galletas) de las paredes de los
boles y, las más blandas, van mejor para rebañar los boles ya que se amoldan
mejor a la forma redondeada del recipiente. Éstas últimas también nos irán
especialmente bien para alisar ligeramente cremas de relleno o la superficie de
nuestras tartas cuando queramos darle un acabado más desenfadado y con
“imperfecciones”.
9. RODILLO
Para aquellas personas que quieran meterse en el mundo de las
galletas o la decoración con fondant, el rodillo va a ser uno de sus mejores
amigos ya que es indispensable para poder alisar las masas con un grosor
uniforme.
Para conseguir mejores resultados muchos rodillos incorporan
unos anillos niveladores con distintas alturas. De esta manera, en función del
grosor que queramos, utilizaremos un anillo u otro.
10. PAPEL DE HORNEAR
Aunque esté tan abajo, es un básico de los básicos en
herramientas de repostería. Lo utilizaremos para hornear galletas, forrar
moldes e incluso para hacer cápsulas caseras para nuestros cupcakes y muffins.
Y si ya tienes muchos de los utensilios de esta lista (¡o
todos!), te aconsejo estos otros que también te facilitarán mucho algunas
tareas e incluso te ahorrarán algún que otro problema!
– Pincel
de repostería: Nos irá especialmente bien para almibarar
bizcochos, engrasar moldes, pincelar decoraciones…
– Termómetro de horno: Nos
ayudará a comprobar la temperatura real a la que estamos horneando ya que la
que indica nuestro horno no siempre es fiable al 100%.
– Cortadores: Especialmente los
redondos y cuadrados son un básico, pero seguro que acabáis sumándoles
muchísimos otros. ¡Son un vicio!
– Espátulas metálicas: Son unas
grandes aliadas a la hora de extender y alisar cremas y cubrir nuestros
bizcochos.
Excelente!! ����
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